Juez Federal desde 1993, se lo identifica
fácilmente por los tribunales de Comodoro Py por su traje claro, bronceado y
cabello que nunca pierde el color. Se suelen referir a él como “Canicoima” o
“Canicobra” y difícilmente se lo vea los viernes, pero esa es otra cuestión.
Nació en 1945, estudió poco tiempo en el
Liceo Militar y concluyó el bachiller en el barrio de Caballito.
En 1965, ingresó como meritorio en el
Juzgado Penal 1 de San Martín, pasó por el Tribunal de Menores 1, por el Juzgado
Penal 4 y, después de cinco años en el Juzgado 6, fue nombrado secretario.
El 6 de noviembre de 1984 fue designado por
el Senado de la provincia de Buenos Aires como juez del Tribunal de Menores 2,
en 1990 renunció y se fue a trabajar a la profesión.
Entre diciembre de 1992 y junio de 1993 formó
parte del gobierno menemista, como asesor de gabinete del Ministerio de
Justicia, entonces a cargo de Jorge Maiorano.
Tiene cinco hijos. Uno de ellos, Emiliano,
es secretario del Tribunal Oral Federal 5 de San Martín. Su ex mujer fue la
secretaria privada de Guillermo Montenegro y su novia actual trabaja en el
Juzgado Federal 3 a cargo de Daniel Rafecas.
Veranea en Punta del Este, al igual que
tantos jueces, fiscales y litigantes del fuero federal.
Subrogó el Juzgado Federal 3 cuando quedó
vacante tras la renuncia de Carlos Liporace. Allí tuvo la oportunidad de
instruir los orígenes de las causas conocidas como "Primer Cuerpo de
Ejército" (luego de la excusación de Servini de Cubría) y "Coimas en
el senado". De su actuación en la primera de ellas se recuerda que realizó
el único viaje a Europa que se efectuó durante la tramitación de esa causa,
aunque pocos testigos lo pudieron ver, tan ocupado estaba el magistrado en sus
paseos. La causa de las coimas en el senado se encontraba delegada en la
Fiscalía Federal 6 aunque, tras la confesión de Mario Pontaquarto, estimó que
"por el tiempo transcurrido" debía reasumir la instrucción de la
causa.
Sus procesamientos en la causa de Primer
Cuerpo de Ejército fueron anulados por la Cámara Federal, las indagatorias
habían sido tomadas en función de una deficiente descripción de los hechos
(luego los mismos actores fueron procesados como correspondía por el juez
Daniel Rafecas). Algo similar sucedió en la causa de las coimas del Senado.
Canicoba sobreseyó a Raúl Moneta y a otros
siete hombres imputados por haber defraudado al Banco Central y simulando
problemas de liquidez y solvencia orquesto el vaciamiento de los bancos Mendoza
y República. El vaciamiento fue orquestado a través de sociedades off shore
vinculadas al grupo económico a las que transfirió los activos de dichas
entidades. Fraguando su situación
financiera logró obtener del Banco Central que le otorgara ciertos
beneficios económicos, que ascienden a la suma de 140 millones de pesos. Canicoba tuvo por
ciertas estas maniobras financieras y la consecuente defraudación al BCRA, sin
embargo considero que no había “error penalmente relevante”. Dicha medida se
encuentra actualmente bajo análisis de la Corte Suprema de Justicia, con un
dictamen de la Procuración General solicitando que no se cierre la causa.
Además, se negó a congelar los activos de
un represor que se encuentra prófugo desde 2006, medida que fue apelada por el
fiscal de la causa y por la Unidad de Información Financiera (UIF).
En 20 años a cargo del Juzgado Federal 6
numerosos expedientes han pasado por sus manos. Entre ellos puede mencionarse
la Causa AMIA, convenientemente delegada a la Unidad Fiscal creada para la
investigación del caso.
En 2010, con gran exposición mediática,
procesó al ex baterista de callejeros, Eduardo Vázquez por la tenencia de una
planta de marihuana en su casa.
Canicoba también es conocido por tener
inconvenientes con las expresiones que considera agraviantes. En 1997 condenó a
Domingo Felipe Cavallo por injuriar al ex titular de la Aduana, Jorge Jolom (recuérdese
que previo a ello el ex super ministro lo había mencionado entre los
"jueces de la servilleta"). Luego, en 2004, el ex gobernador de la
provincia de Santa Cruz lo mencionó entre otros "jueces detestables".
Iniciada una demanda por daños y perjuicios por Canicoba Corral, la Corte
Suprema de Justicia de la Nación confirmó recientemente la condena a Acevedo a
pagarle 22 mil pesos más costas en concepto por haber ofendido su buen nombre.
Perlitas
Federales
Consultado acerca de las razones por las
que no concursa para ascender manifestó: "Después de haber sido juez
federal 15 años, no creo que tenga que dar un examen. Es humillante que algunos
de los que los toman nunca tuvieron un preso delante suyo. En otras condiciones
me hubiera gustado ser camarista".
Luego, en relación a las excarcelaciones de
los represores: "Pienso que mientras no haya una sentencia firme pasado
cierto tiempo, dos años dice la ley, nadie tiene que estar preso, sea un
represor o un violador o quien sea. La prisión no puede ser una pena
anticipada". (Sería interesante conocer en ese caso si el juez tiene al
resto de sus procesados en libertad o sólo expresa preocupación ante procesados
que cuentan con cierto poder y status social) Fuente
En diciembre de 1995, el nombre del juez
federal Rodolfo Canicoba Corral se vio envuelto en un escándalo cuando se supo
que había participado de un festejo de Navidad en un edificio judicial que
terminó en excesos, y por el que fue sancionado con una multa equivalente al 33
por ciento de su salario, junto con otros nueve jueces del fuero federal.
Canicoba opinó entonces que el camarista de Casación Penal, Alfredo Bisordi,
ejerció una conducta "fascista y digna del proceso militar" cuando
intentó poner fin al insólito festejo navideño en los tribunales.
1 comentarios :
Esta importante información que alcanzaría para meter preso a este juez y a los que estando con él son similares, carece de la actualización al 2020, que vendría bien completar, para poder leerle el currículum completo, ya que se pasó de la raya.
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