Se rumorea que la vida de Marijuan no es nada
sencilla… Divorciado y con dos hijas, se dice que el Fiscal “Guille” Marijuán
-como lo llaman sus íntimos- pasa sus días intentando repartir su tiempo entre
los reclamos y pedidos de atención de sus hijas adolescentes y los reclamos de
su novia Ida Carolina, cuya relación aún se mantiene oculta a pesar de sus años
de duración…
Cuentan las malas lenguas que las adolescentes
nada quieren saber con la idea de tener una “madrastra” y que, escenas de
escándalos mediante por parte de ellas, el pobre Guille -siempre entre la
espada y la pared- se debate a diario su
amor hacia las jovencitas que le exigen a su padre tiempo, atención, dinero y
amor exclusivo (y a quienes Guille responde sin escatimar en viajes, regalos y
tiempo) y su novia, a quien le ha tocado llevarse la peor parte: un triste
segundo lugar en el podio y, como si
fuera poco, condenado a la clandestinidad.
Por ahora podríamos decir -sin temor a
equivocarnos- que a la pulseada la vienen ganado las hijas del Fiscal.
La pregunta es ¿por qué Guille no presenta a
su novia en sociedad? ¿Por qué la mantiene celosamente guardada, en el más
oculto secreto? ¿Son realmente las hijas el escollo principal, su negativa a
compartir a su padre, a siquiera imaginar la posibilidad de un nuevo hermanito?
¿O será que su novia, la abogada Ida Carolina Diz, es nada más ni nada menos
que su secretaria y teme las repercusiones de la relación prohibida?
Hasta ahora Ida Carolina se habría contentado
con el hecho de haber saltado de auxiliar a secretaria -léase: del cargo más
bajo al más alto- en un abrir y cerrar de ojos pero… ¿Hasta cuándo? Los años
pasan y llega un punto donde no hay sueldo, viaje o regalo que disimule el
trago amargo que implica ocupar el segundo (o tercer) lugar…
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA6GhPhyrBdU5Hu585eKtaDBSi8h0AdarGi0qjmyI26Ne0iKA6Jyf2VGZasFZTdGqQ8_tFIX0IidaS8iNsw4JcYb6u9O-6BzrYLmMWQLcLOFX4QGbRG5AX2TNEmPfDIF8shwLpxBU8SuPZ/s200/destacado+secretaria.jpg)
Nunca se hubiera imaginado, Marijuán, ni en
sus más locos sueños de juventud, que con su poco más de metro sesenta de
estatura, tres mujeres lo estarían reclamando y asediando por su amor
casi-exclusivo. Hoy, más que un sueño, se ha convertido en una pesadilla…
Guille Marijuán, quien lo hubiera dicho, un
hombre subyugado, sometido, tironeado, presionado que no logra resolver el
dilema de su vida: tres mujeres batiéndose a duelo por él.
Una historia de pasiones, reclamos, amores
tiranos, exclusivos, demandantes… Una historia de peleas, celos… amores
ocultos, clandestinos, mezclados con lavado de dinero, aliados y enemigos
políticos, viajes y poder… Un hombre que pivotea entre el amor adolescente de
sus hijas y el amor clandestino, siempre al borde del despecho, de su
secretaria y secreta-novia…
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