“Me quedo porque quiero al país y
hay mucho por hacer, podría haberme jubilado hace 17 años con el mismo sueldo,
pero sigo trabajando full life”, dijo el ministro de la Corte Suprema CarlosFayt a PERFIL, en 2010.
Hoy, el juez Fayt debería haberse
jubilado hace 20 años. Pero no lo hizo. Y por insistencia o pedido de nadie, no
no. El juez Fayt no se jubiló porque demandó al Estado para no hacerlo. Es
decir, se presentó ante un juzgado subordinado (la Corte tiene facultades de superintendencia sobre todos los jueces
federales del país) y le pidió le conceda la nulidad de un artículo de la
Constitución introducido por la reforma del ´94.
Imaginemos la situación
terriblemente incómoda de la jueza en la que recayó la causa… Constitución…
Ministro de la Corte Suprema… Constitución… Ministro Supremo… La Constitución
no paga sueldos, ni decide licencias, ascensos o remociones así que es fácil
adivinar qué resolvió el fallo de esa instancia y también de la siguiente: le
dio la razón al señor Fayt.
Y, cuando el asunto finalmente
llegó a la última instancia decisoria, o sea el Tribunal de Fayt (¡éste sí que
es un país generoso!), los ministros menemistas, esos que en el 2003 se fueron
por la puerta trasera al ver que se les venía el juicio político por las
vergüenzas convalidadas en respaldo de los negocios de su padrino Carlos Saúl,
esos ministros acostumbrados a todo, no tuvieron el menor reparo en conceder
una mera declaración de inconstitucionalidad.
Así fue que Fayt ajustó los
tornillos de la placa que señala su fastuoso despacho en el Palacio de
“Justicia” (es sabido su concurrencia es mas bien esporádica, así que la
metáfora de su persona atornillada a la silla, quedó descartada por default).
El modo “correcto” de seguir en
el cargo hubiese sido obtener un nuevo acuerdo por parte del Senado de la
Nación, como lo establece el inciso 4 del artículo 99 de la Constitución
Nacional, pero ¿quién quiere pasar por tal tramiterío cuando se puede
sencillamente obtener la firma express de unos pocos colegas y declarar la
inconstitucionalidad del textito molesto?
Augusto Belluscio, uno de los
ministros que aseguró la eterna supremacía del juez Fayt, cuando se retiró en
2005 por cumplir la edad límite dispuesta por la Constitución y dijo que como
había firmado la sentencia a favor de Fayt le parecía una “incompatibilidad
ética” con su propia “permanencia”.
Carmen Argibay, por su parte,
dijo que “todos tenemos que reconocer que a determinada edad tenemos que
retirarnos aunque estemos muy bien. El cargo no es solo estar lúcido y tener
los conocimientos y la experiencia sino también tener la resistencia física”.
La pregunta es, ¿qué pasó con el arreglo
que habría realizado con el gobierno menemista para jubilarse a cambio de
asegurarse una jubilación de 13.000 pesos mensuales de por vida? Tan interesado
que estaba…
En el primer semestre de 1998 Fayt habríagestionado ese trámite personalmente, según difundió Raúl Kollmann mediante llamadas al entonces Subsecretario de
Seguridad Social. La pregunta es, ¿qué pasó con el
arreglo que habría realizado con el gobierno menemista para jubilarse a cambio
de asegurarse una jubilación de 13.000 pesos mensuales de por vida? Tan
interesado que estaba… En el primer semestre de 1998 Fayt habría gestionado ese
trámite
personalmente, según difundió
Raúl Kollmann en una nota publicada en Página/12 en mayo de 1998. Carlos llamó
por teléfono todos los días al entonces Subsecretario de Seguridad Social,
Santiago de Estrada, quien finalmente llegó a firmar la resolución habilitando
la anhelada jubilación privilegiada de Fayt. La Resolución n°179 llevaba la
fecha del 20 de mayo de ese año (el mismo día que murió Yabran).
La jubilación se haría efectiva
inmediatamente tras la renuncia del juez. Pero algo pasó. Algo sustancial, porque
de la noche a la mañana Fayt dejó de reclamar el monto de su retiro y, en
cambio, se sentó a escribir la demanda que luego presentaría contra el estado
para jamás tener que irse.
Frasecitas Supremas
Humildad ante todo
“Ya les dije, tengo el primer premio Nacional en Derecho y
Ciencia Política a la producción por la Comisión Nacional de Cultura, ningún
juez de la Corte Suprema en toda su historia obtuvo ese premio”.
Crudo invierno
“Suele faltar a la Corte en días de crudo invierno porque no
quiere tomar frío”.
Glups!
Sobre los piqueteros
“Esto que tenemos en las calles es un embrión de un grupo de
tensión social, alimentado con las arcas del Estado, que no tiene una noción
clara políticamente de sus derechos. Sólo el hombre, convertido en ciudadano y
demócrata puede traer mejores soluciones. Pregúnteles por quién votaron, ellos
podían manejar esto de otra manera y están dando un espectáculo cercano al
ridículo. Yo lo siento porque es gente que tiene en el sufragio la herramienta
política sustancial para los cambios históricos”.
Peronismo pareciera
que todavía existiría…
“La naturaleza del peronismo” que es una obra de cátedra,
ustedes tienen ahí quienes me acompañaron y van a encontrar una obra muy
completa y muy seria sobre la naturaleza del peronismo, que cobra una inusitada
realidad, porque aparentemente es como si todavía hubiera una cultura peronista
que se proyecta”.
Ramos generales
“La Corte se ha transformado en un tribunal de ramos generales”
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