Lilian Helen y su último capricho casador
Quien es quien on jueves, 28 de noviembre de 2013
¿Quién es Liliana Elena Catucci? El ingenio
ilimitado de esta jueza de Casación. El novedoso cercenamiento de los derechos
fundamentales, la discriminación encubierta, el respaldo a magistrados,
policías y funcionarios investigados, el gran invento de la subrogancia
permanente. En fin, todo un símbolo de la Justicia que tenemos.
En la primer
semana de diciembre se define quién ejercerá la presidencia de la Cámara
Federal de Casación, el máximo tribunal penal de la Nación, durante el 2014 y
Liliana Elena Catucci está haciendo lo imposible por torcer las reglas y
sentarse en el trono.
Digámoslo,
Catucci es una jueza muy habilidosa cuando de inventos se trata.
Su ingreso a la Cámara de Casación se
remonta a los ´90, la gran era de la fantasía argentina. Ella entró con el
respaldo del entonces presidente de la Corte Suprema Ricardo Levene, cuya
secretaria era su hermana, Silvina Catucci (Aaah…! la Familia Judicial).
Veamos algunos de los novedosos criterios
introducidos por esta jueza.
Para Lily, la regla es la prisión
Lily es una jueza
muy creativa que se las ha ingeniado para hacer eterna la prisión preventiva.
Un lindo ejemplo:
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de Rosario dispuso la prórroga
de la prisión preventiva de un imputado, la defensa apeló y Lily dijo que la
última ley que reformó el régimen de prisión preventiva (con ánimos de
controlarlo, exigiendo fundamentos en su dictado, de modo que sólo opere
excepcionalmente –como corresponde-) sólo preveía la posibilidad de la defensa
de apelar resoluciones de libertades.
Es decir, la apelación sólo la
puede hacer quien esté en contra de la libertad a la que tiene derecho el
imputado, dijo Catucci. La ley no preveía apelaciones para los fallos que no
cumplan con los fundamentos exigidos por la norma… una lástima muchachos…
Se trata de un criterio
novedoso, ágil y eficaz para que los tribunales de todo el país puedan
prorrogar indefinidamente el encarcelamiento “preventivo” de todo aquel
inocente que atraviese un proceso penal, sin fastidiosos controles ni
impertinentes recursos.
Bien aplicada, esta poderosa
herramienta, garantiza que los magistrados puedan disponer repetidas
prórrogas de prisión preventiva y extender hasta el límite de lo imposible la
prisionización de inocentes, con la tranquilidad de quien sabe que su palabra
ha de ser definitiva. Una grosa la Lily, había que encontrarle la vuelta a la
nueva ley!
Prisión para Niños, by Lilian Helen
Ana María Fernández fue condenada a una pena de tres años y seis
meses de prisión. Como al momento de tener que cumplir la condena tenía un bebe
de diez meses, su defensor solicitó que cumpla la pena en arresto domiciliario.
El problema, advirtieron los jueces casadores
Lilian Helen Catucci y Eduardo Riggi, era que Ana María estaba casada con una
mujer.
Los jueces denegaron el pedido de la defensa. La
cárcel no altera en modo alguno el natural desarrollo de la relación materno
filial y menos aún genera un riesgo para la salud y protección del bebé,
dijeron.
Además no existe constancia alguna que en el caso
la actual estancia del menor en la unidad penitenciaria haya perjudicado su
salud física o psíquica, atendiendo a los pocos meses del menor, agregaron
(Aaah…! El valor de la Prueba).
Posibles reacciones
contra “la raza judía”
La oscura actuación de Lilian Helen
reconoce decisiones escalofriantes, entre ellas, aquella que le valió una
denuncia del entonces presidente de la DAIA. La colectividad judía denunció a
los tres integrantes de la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal, Alfredo
Horacio Bisordi, Juan Carlos Rodríguez Basavilbaso y nuestra Liliana Elena
Catucci. Según la denuncia, los jueces tergiversaron en forma intencional
hechos sometidos a su juzgamiento para proteger a neonazis violentos que habían
golpeado a un hombre mientras le gritaban “Heil Hitler” y “Mueran los judíos”.
En la madrugada del 1 de julio de 1995,
los skinheads Andrés Paskowski, Fernando Griguol y Orlando Romero Da Silva, que
ostentaban cruces svásticas, habían golpeado hasta dar por muerto a Claudio
Alejandro Salgueiro, a quien creían judío. Mientras lo golpeaban le dirigieron
varios insultos en los que lo mencionaban como judío y le dijeron que por judío
no merecía vivir. En abril de 1998 el Tribunal Oral Criminal Federal 3 los
condenó a tres años de cárcel, como autores de lesiones graves en agresión
tumultuaria, con el agravante de la motivación antisemita. Pero Bisordi,
Rodríguez Basavilbaso y Catucci anularon la sentencia. En el fallo, Catucci incluso se refirió
a los judíos como una raza. La DAIA pidió la remoción de los tres jueces.
The Lily Horror Show
Otro caso en que la
tenebrosa Lily dejó su impronta fue el Caso Carrera. En la farragosa sentencia de la Cámara de
Casación Penal que volvió a condenar a Fernando Carrera por la llamada “Masacre
de Pompeya” hay una frase reveladora acerca de cómo se puede culpabilizar a
alguien con solo hacer malabares con las palabras que componen la ley. Hasta el
estudiante más burro sabe que negarse a declarar es un derecho. Pero la jueza
Liliana Catucci sostuvo que el “silencio” de Carrera cuando fue llamado a
indagatoria por primera vez “no deja de llamar la atención, máxime frente al
trágico suceso que se le enrostraba”. “No pudo deberse a su deteriorado estado
de salud, porque la voluntad de hablar para defenderse es ingénita al ser
humano. En efecto por experiencia se conocen situaciones, en las que aún con un
mínimo aliento de vida, el inocente cuenta lo sucedido”, afirmó, equiparando el
negarse a declarar con un signo de responsabilidad en los hechos.
La frase fue destacada en el blog del
penalista Alberto Bovino (www.nohuboderecho.blogspot.com) y pone en evidencia un criterio peculiar
utilizado para acatar las directivas que el año pasado dio la Corte Suprema,
cuando advirtió que la Cámara de Casación debía enmendar la “arbitrariedad” con
que había confirmado la condena a 30 años de cárcel que en 2007 fijó el
Tribunal Oral Criminal 14 contra Carrera.
Quién
gana y quién pierde con el fallo de Casación. Obviamente, Carrera. El año pasado había
recuperado su libertad después siete años de prisión, cuando su caso llegó a la
Corte y anuló su sentencia condenatoria. Ahora, gracias a los casadores de la
Sala I y la nueva pena de 15 años, corre el riesgo de volver si le rechazan el
recurso de queja. (La Sala ya le rechazó el recurso extraordinario).
Catucci pidió 20 años para Fernando Carrera,
y este pedido no ha sido inocente, puesto que culpando a Carrera, los
funcionarios públicos quedan libres de la responsabilidad que podría caberles
por condenar a un inocente. Los policías son los más aliviados porque toda la
culpabilidad quedó concentrada en Carrera. Bueno sí, hubo ocho que fueron
apartados de sus funciones, pero gracias a Helen, podrían librarse de las
imputaciones penales.
A ver, a ver, repasemos. Fernando Carrera
fue protagonista de lo que se denominó “La masacre de Pompeya”, un confuso
episodio donde lo único claro es que se hizo todo mal. El hecho de
investigación de remonta al 25 de enero de 2005, cuando Carrera,
perseguido por la policía, embistió con su automóvil particular a varios
peatones y causó la muerte de tres personas. La policía habría confundido a Carrera
con un ladrón disparándole 18 balazos, ocho de los cuales impactaron en su
cuerpo.
Un sumario interno del Ministerio de
Seguridad señaló que ninguno de los agentes intervinientes hizo diligencia
alguna “para procurar rastros de lo ocurrido durante la persecución”, o sea,
para preservar prueba. Negaron, además, haber disparado, a pesar de que las
perforaciones en el auto de Fernando revelaban lo contrario. El sargento Juan
Antonio Leyes incluso dijo que le habían encomendado buscar testigos del hecho recién
un día después de sucedido.
Los jueces del tribunal oral que condenaron
a Carrera, Hugo Cataldi, Beatriz Bistue de Soler y Rosa Lescano, también
estarán satisfechos por el fallo. Su actuación les mereció una denuncia penal y
otra ante el Consejo de la Magistratura. El fiscal Carlos Rívolo había
impulsado la acción contra ellos, entre otras cosas por avalar testigos
truchos.
And the winner is...
En 2010 se
realizó un concurso a los peores jueces, que culminaba con la entrega de los
premios "Petiso Orejudo". Lily ganó el concurso luego de ser votada
por estudiantes, docentes, jueces, fiscales y defensores. El fallo que motivó
esa distinción fue muy particular. El público votante quedó obnubilado por la
ingeniosa aplicación del fallo “Arriola” de la Corte
Suprema que logró zanjar la gran virtud de esa doctrina: la no criminalización
de la tenencia de estupefacientes para consumo en el ámbito privado.
“Pues más allá de la escasa cantidad de marihuana
secuestrada, el espacio público donde fue incautada permite afirmar que su conducta ha trascendido el ámbito privado protegido
por el artículo 19 de la ley fundamental, y los lineamientos del mencionado
fallo ‘Arriola’”, dijo Lily.
Los jóvenes tenían el porro en sus ropas, no
estaban fumando.
La imaginación al poder
Pero quizá la
nota más distintiva en el mundo creativo de Lily es su obra maestra: la
subrogancia permanente.
El juez de primera
instancia Luis María Cabral ha sido designado
miembro subrogante permanente de la Cámara Federal de Casación Penal.
A dedo. De seguir las normas establecidas la subrogancia deberían haber sido
ejercida por ellos o, mínimamente, por un juez de inmediato menor rango, o sea
juez de Cámara. En cambio, pusieron a Cabral, presidente de la Asociación de
Magistrados (Aaaah…! La Independencia Judicial).
¿Y cómo sucedió eso? Los
jueces Madueño, Catucci, Figueroa y Gemignani votaron por
la permanencia permanente de Cabral en el tribunal, mientras
que Hornos —quien había convocado al acuerdo especial— faltó
y Borinsky se abstuvo. Sólo Ledesma, David y Slokar
votaron en contra.
Los fundamentos para ajustar el
tornillo que une a Cabral con su sillón de la Sala I de la Cámara de
Casación, jurídicamente, no existen. Se trata de un invento de nuestra
querida amiga Liliana Elena Catucci, que nos ha asombrado una vez más con
su imaginación prevaricadora al inventar la figura del juez ‘subrogante
permanente’.
En el acta no se reprodujo
argumento jurídico alguno para justificar la designación a la carta del soldado
heroico. En el voto disidente, en cambio, sí se justifican ciertas razones
[...] se cita el régimen legal vigente: el art. 31 del decreto-ley
1.285/58 y el artículo 2 de la ley 26.376.
El diputado
Carlos Kunkel presentó una denuncia, el 28 de junio, contra el
mismo Cabral y contra los jueces que permitieron su designación
(Catucci, Borinsky, Figueroa, Riggi, Madueño y Gemignani) por la
comisión de los delitos de abuso de autoridad, nombramiento ilegal y aceptación
ilegal de cargo público.
No hay que hacer mucho esfuerzo
para imaginar el poco impulso que los fiscales y jueces intervinientes darán a
esa investigación.
Antes bien, ahora el foco de
atención es otro: si Lilian Helen pudo crear el novedoso cargo de
subrogante permanente para el amigo
Cabral, ¿por qué no podrá torcer las normas que dicen que es a Alejandro Slokar
a quien le corresponde la próxima presidencia del tribunal?
Vamos Lilian, tú puedes.
Carlos Fayt, la Supremacía inicia
Quien es quien on
“Me quedo porque quiero al país y
hay mucho por hacer, podría haberme jubilado hace 17 años con el mismo sueldo,
pero sigo trabajando full life”, dijo el ministro de la Corte Suprema CarlosFayt a PERFIL, en 2010.
Hoy, el juez Fayt debería haberse
jubilado hace 20 años. Pero no lo hizo. Y por insistencia o pedido de nadie, no
no. El juez Fayt no se jubiló porque demandó al Estado para no hacerlo. Es
decir, se presentó ante un juzgado subordinado (la Corte tiene facultades de superintendencia sobre todos los jueces
federales del país) y le pidió le conceda la nulidad de un artículo de la
Constitución introducido por la reforma del ´94.
Imaginemos la situación
terriblemente incómoda de la jueza en la que recayó la causa… Constitución…
Ministro de la Corte Suprema… Constitución… Ministro Supremo… La Constitución
no paga sueldos, ni decide licencias, ascensos o remociones así que es fácil
adivinar qué resolvió el fallo de esa instancia y también de la siguiente: le
dio la razón al señor Fayt.
Y, cuando el asunto finalmente
llegó a la última instancia decisoria, o sea el Tribunal de Fayt (¡éste sí que
es un país generoso!), los ministros menemistas, esos que en el 2003 se fueron
por la puerta trasera al ver que se les venía el juicio político por las
vergüenzas convalidadas en respaldo de los negocios de su padrino Carlos Saúl,
esos ministros acostumbrados a todo, no tuvieron el menor reparo en conceder
una mera declaración de inconstitucionalidad.
Así fue que Fayt ajustó los
tornillos de la placa que señala su fastuoso despacho en el Palacio de
“Justicia” (es sabido su concurrencia es mas bien esporádica, así que la
metáfora de su persona atornillada a la silla, quedó descartada por default).
El modo “correcto” de seguir en
el cargo hubiese sido obtener un nuevo acuerdo por parte del Senado de la
Nación, como lo establece el inciso 4 del artículo 99 de la Constitución
Nacional, pero ¿quién quiere pasar por tal tramiterío cuando se puede
sencillamente obtener la firma express de unos pocos colegas y declarar la
inconstitucionalidad del textito molesto?
Augusto Belluscio, uno de los
ministros que aseguró la eterna supremacía del juez Fayt, cuando se retiró en
2005 por cumplir la edad límite dispuesta por la Constitución y dijo que como
había firmado la sentencia a favor de Fayt le parecía una “incompatibilidad
ética” con su propia “permanencia”.
Carmen Argibay, por su parte,
dijo que “todos tenemos que reconocer que a determinada edad tenemos que
retirarnos aunque estemos muy bien. El cargo no es solo estar lúcido y tener
los conocimientos y la experiencia sino también tener la resistencia física”.
La pregunta es, ¿qué pasó con el arreglo
que habría realizado con el gobierno menemista para jubilarse a cambio de
asegurarse una jubilación de 13.000 pesos mensuales de por vida? Tan interesado
que estaba…
En el primer semestre de 1998 Fayt habríagestionado ese trámite personalmente, según difundió Raúl Kollmann mediante llamadas al entonces Subsecretario de
Seguridad Social. La pregunta es, ¿qué pasó con el
arreglo que habría realizado con el gobierno menemista para jubilarse a cambio
de asegurarse una jubilación de 13.000 pesos mensuales de por vida? Tan
interesado que estaba… En el primer semestre de 1998 Fayt habría gestionado ese
trámite
personalmente, según difundió
Raúl Kollmann en una nota publicada en Página/12 en mayo de 1998. Carlos llamó
por teléfono todos los días al entonces Subsecretario de Seguridad Social,
Santiago de Estrada, quien finalmente llegó a firmar la resolución habilitando
la anhelada jubilación privilegiada de Fayt. La Resolución n°179 llevaba la
fecha del 20 de mayo de ese año (el mismo día que murió Yabran).
La jubilación se haría efectiva
inmediatamente tras la renuncia del juez. Pero algo pasó. Algo sustancial, porque
de la noche a la mañana Fayt dejó de reclamar el monto de su retiro y, en
cambio, se sentó a escribir la demanda que luego presentaría contra el estado
para jamás tener que irse.
Frasecitas Supremas
Humildad ante todo
“Ya les dije, tengo el primer premio Nacional en Derecho y
Ciencia Política a la producción por la Comisión Nacional de Cultura, ningún
juez de la Corte Suprema en toda su historia obtuvo ese premio”.
Crudo invierno
“Suele faltar a la Corte en días de crudo invierno porque no
quiere tomar frío”.
Glups!
Sobre los piqueteros
“Esto que tenemos en las calles es un embrión de un grupo de
tensión social, alimentado con las arcas del Estado, que no tiene una noción
clara políticamente de sus derechos. Sólo el hombre, convertido en ciudadano y
demócrata puede traer mejores soluciones. Pregúnteles por quién votaron, ellos
podían manejar esto de otra manera y están dando un espectáculo cercano al
ridículo. Yo lo siento porque es gente que tiene en el sufragio la herramienta
política sustancial para los cambios históricos”.
Peronismo pareciera
que todavía existiría…
“La naturaleza del peronismo” que es una obra de cátedra,
ustedes tienen ahí quienes me acompañaron y van a encontrar una obra muy
completa y muy seria sobre la naturaleza del peronismo, que cobra una inusitada
realidad, porque aparentemente es como si todavía hubiera una cultura peronista
que se proyecta”.
Ramos generales
“La Corte se ha transformado en un tribunal de ramos generales”Eduardo Rafael Riggi
Quien es quien on martes, 12 de noviembre de 2013
Eduardo Rafael Riggi, actual juez de la Sala III de la Cámara de
Casación Penal, no solo es un juez que ha ganado la
simpatía de las cabecillas de la última dictadura sino que, además, ha sido
señalado como miembro del Opus Dei.
Casado y con dos hijos,
se recibió de abogado en 1973 en la Universidad Católica Argentina.
Entró al Poder Judicial en 1971 y en esa primera etapa como empleado del
servicio de justicia trabajó en el Camarón, la cámara
federal en lo penal creada por Lanusse para combatir la “actividad subversiva”. En 1973, fue cesanteado por la gestión de Cámpora,
pero Riggi logró volver a la familia judicial y escalar posiciones a medida que
se acercaba el golpe de estado. Se
mantuvo en escalafones bajos hasta que en 1975 fue designado secretario letrado
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cargo que luego fue confirmado
por la Corte designada por las Fuerzas Armadas.
De hecho,
en 1978, mientras miles de personas eran torturadas y aniquiladas, Eduardo
Riggi fue promovido a Juez Nacional de Primera Instancia en lo Penal Económico
Nº4 de la Capital Federal. Algo había en Riggi que cautivó la confianza de
Jorge Rafael Videla.
Cuando se postuló para
el cargo de Juez de Cámara de Casación Penal el secretario general y el
presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires, Osvaldo Natansohn y
Elías Salazar, enviaron una carta al senador Adolfo Glass, miembro de la
Comisión de Acuerdos, diciendo que a Riggi “no se le conocían antecedentes
académicos, publicaciones, conferencias ni investigaciones relativas a la
especialidad y que por lo tanto sugerían convocarlo a una audiencia pública
para interrogarlo sobre sus puntos de vista político institucional, sus
criterios frente a las garantías individuales y sus antecedentes profesionales
y académicos”. El pliego fue aprobado en la sesión de la Cámara de Senadores
del 16 de diciembre de 1992.
Se dice que Carlos Menem impulsó personalmente su
nombramiento en Casación, junto con el de otros dos candidatos, Ana Capoluppo y
Juan Martín Romero Victorica.
Dime quién te nombró y te diré quién eres
Entre los
trabajos destacados de este paladín de la (in) justicia se encuentra el
discriminatorio fallo dictado contra Ana
María Fernandez. Ella había solicitado el régimen de prisión domiciliaria en
razón de ser madre de un niño de diez meses. El dueño de este prontuario votó a
favor del encierro del bebé y su madre, entendiendo que la cárcel no generaba
un riesgo para ellos, valorando además que Fernández se había casado con otra
mujer “lo que garantizaría la presencia de dos madres en el hogar”. Al juez de
la dictadura no le importó que en la cárcel no hubiera guardia pediátrica, que
el niño estuviera en etapa de lactancia o que la prisión no fuera el lugar más
adecuado para un niño en sus primeros meses de vida.
A esta visión deshumanizada
de la justicia (y de tanto más, ¿no? La simpatía de Videla no era cosa fácil…),
Riggi suma un presunto accionar teñido de afán de lucro a través de su cargo en
la función pública. Riggi fue denunciado por el CELS ante el Consejo de la Magistratura
por mal desempeño luego que salieran a la luz escuchas telefónicas donde
se pactaban coimas para favorecer la situación procesal de los imputados por el
asesinato de Mariano Ferreyra.
El lunes
10 de septiembre de 2012, el juez Luis Rodríguez procesó al ex agente de
inteligencia Juan José Riquelme Riquelme, al secretario de Riggi Ameghino
Escobar, ex secretario de la Cámara Octavio Aráoz de Lamadrid, al
vicepresidente de Belgrano Cargas S.A. y contador de la Unión Ferroviaria Ángel
Stafforini y a José Pedraza por su participación en el soborno de 50 mil
dólares. De acuerdo a la resolución de Rodríguez, “la influencia de Aráoz de
Lamadrid y Riquelme sobre el magistrado Riggi se consideraba real, en tanto
ambos mantenían relaciones personales preexistentes con él, uno como
ex-empleado y el otro con un vínculo afectivo demostrado por el intercambio de
las comunicaciones y otras escuchas telefónicas obtenidas”.
Sin
embargo, a fines de 2012, el CELS señaló que resultaba sugestivo que el juez
Luis Rodriguez no haya profundizado la investigación respecto de los posibles
jueces involucrados y haya demorado más de un año las indagatorias y el
procesamiento de los imputados, para sacarlo una semana antes del tratamiento
en el Senado de su pliego para ocupar una vacante de juez federal.
Otro caso de
presuntas coimas al cual Riggi estaría asociado es el denunciado por los
abogados de Carrefour, quienes denunciaron operaciones de forum shopping en un
juicio por una estafa millonaria contra los directivos del grupo Exxel, que
casualmente recayó en la Sala III de Casación –¡oh la la! ¡La Sala de Riggi!-. En
los pasillos de Comodoro Py, se decía que el encargado de arreglar el “sorteo”
de causas era el antiguo secretario de Riggi, Luis Ameghino Escobar. Ameghino
Escobar fue desplazado de su cargo tras las escuchas telefónicas que lo
descubrieron negociando con el sindicalista José Pedraza,
hoy condenado por la muerte de Mariano Ferreyra.
Datitos de color
El hijo del juez
Riggi (Eduardo Javier) está sospechado de “acomodo” en el marco del concurso
40/10 de la ciudad de Buenos Aires, señalado como autor de un examen “patético”
que lo colocó, milagrosamente, entre los mejores puestos del concurso.
Cuando se lo cuestionó sus vínculos con el Opus
Dei y con la corporación militar, el juez Riggi dijo: “No tengo el honor de ser
del Opus Dei y mi único contacto con los militares es que tengo familiares en
las Fuerzas Armadas”.
Guillermo Marijuan, vermouth con papas fritas y good show
Quien es quien on lunes, 21 de octubre de 2013
¿Quién es el fiscal Guillermo Marijuan? Sus vínculos con Beraldi, Massa y dos de los principales imputados en la investigación penal contra el JP Morgan por lavado de dinero. Las claves de su actuación y su histórico fervor por ofrecer un buen show.
Divorciado y con dos
hijas, Guillermo Marijuan se muestra como un fiscal y padre ejemplar. Un
recorrido por los dichos de la prensa escrita lo muestra como un paladín contra
la corrupción política. A veces en su rol de titular de la Fiscalía Federal 9,
a veces como cabeza de la Unidad Fiscal
para la investigación de delitos relativos a la Seguridad Social (UFISES), Marijuan
aparece como el que hizo lo que nadie se animaba, claro que una mirada más
atenta revela algunas inconsistencias sumamente interesantes…
Unidos por la Seguridad Social
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZFcYBd0Ih74m434u3XQQwY-n_gxKD59oYb_QwNX4RooMJrcroIH260sXC9H20YlyOJgVB2XL6i7nI2q7nm5H_xJfZ9pFlPi-TOVeu6Iqo1RrZnwDt_N3Ar9HXOVCyUCXv8MsJ580AdrPc/s320/destacado+mari.jpg)
En este marco,
Marijuan trabajó especialmente en la baja de más de 16.500 planes sociales, que
por algún motivo u otro el fiscal encontró mal otorgados. Sus investigaciones
también habrían culminado en más de 1.900 denuncias realizadas ante Juzgados de
todo el territorio nacional y 1.300 remisiones a distintas Fiscalías del país.
Quizás fue por la
inmensa labor que llevó la fiscalización de cada uno de esos centavos dados a
los sectores más pobres de la población, que el fiscal de la UFISES dejó pasar
la denuncia realizada por el ex vicepresidente del JP Morgan, Hernán Arbizu,
acerca de la gran estafa sobre los fondos previsionales de los argentinos en
manos de las AFJP.
En el 2008, el ex banquero
explicó ante la UFISES y la Fiscalía 9 -a la que justo luego le tocó
intervenir- las diversas operaciones de vaciamiento de las AFJP, diseñadas por
el JP Morgan y otros bancos, de talla internacional y local, a través de la
compra por parte de las AFJP de títulos sobrevaluados de Grupo Clarín, Banco
Patagonia y Consultatio SA. Básicamente, el dinero de los fondos previsionales
argentinos fue invertido sabiendo del posterior derrumbe de precios (incluso
siguieron comprando con el precio ya en baja), todo lo cual dejó unos pocos
empresarios muy enriquecidos y unos jugosos bonos para el superintendente y
directivos de las AFJP y agentes intermediarios (agentes de bolsa y banqueros).
Los millones de jubilados sin sustento futuro serían el problema de otro. No de
Marijuan, obviamente.
Para tener una idea de
qué hablamos: de los 106,4 millones de
dólares que Clarín ofertó en el mercado argentino, las AFJP compraron unos
310.679.481 pesos, según datos oficiales de la Superintendencia (el dólar
cotizaba a 3,15 aprox.). Tan sólo un año más tarde esos papeles valían la
mitad.
La denuncia podría
haber sido encuadrada en los artículos 138 a 141 de la ley específica en
materia previsional -Ley N° 24,241-, donde se establecen las penas
correspondientes a los delitos cometidos contra un fondo de jubilaciones y
pensiones, como fue el caso. Según esa ley, le caben 4 a 10 años de prisión al
responsable de la calificación de títulos, de la autorización de la oferta
pública, y de efectuar y/o controlar las inversiones que causasen un perjuicio
a un fondo de jubilaciones y pensiones. Además la ley prevé 5 a 15 años de
prisión para el que lo hiciese con la obtención de un beneficio para sí o para un
tercero.
Pero el fiscal
específico no encuadró los hechos en ese marco legal sino en uno mucho más
benigno, o sea como un delito contra la propiedad en general, donde la pena es
de 1 mes a 6 años o de 2 a 6 años -artículos 173 y 174 del Código Penal-. Por las dudas. Igual
nunca nadie investigó nada y el negocio no pudo ser más redondo.
Donde sí éste puso
verdadero ahínco fue en el impulso de una investigación sobre si, frente al inminente anuncio de estatización,
las AFJP vendieron de urgencia y a precio vil los títulos de deuda pública en
los que habían invertido parte del dinero de los jubilados para con ello realizar
una fuerte maniobra especulativa haciéndose de dólares para fugarlos del
sistema financiero (se hablaba de unos 70 millones de dólares). La denuncia de
Marijuan motivó un gran revuelo mediático y ciertamente temor en la plaza y los
principales operadores del mundo financiero. Sin embargo, el escrito del fiscal
no era sino un bricolage de diversas notas publicadas por los principales medios
gráficos y digitales sobre el tema, y el periodismo, agradecido por la confianza,
no escatimó en su promoción.
Pero lo llamativo de la denuncia y los esfuerzos del fiscal por “velar
por la defensa de los intereses generales” es que siendo titular de unidad
especializada en seguridad social desconociese que el propio Estado Nacional
había trabado una medida cautelar para impedir exactamente lo que el fiscal
venía a denunciar, esto es acceder al mercado de dólares. Pregunta: ¿Podía un
fiscal de la talla del señor desconocer la existencia de una medida de tales
características? ¿No se comunicó por esos días con el superintendente y el resto
de los funcionarios de nivel respecto de la evolución de una situación que a su
criterio era merecedora de una denuncia penal?
Finalmente resultó que tales hechos nunca sucedieron. Fuegos artificiales,
puro show. Y nada de esto fue revelado por el periodismo. Es para sacarse el
sombrero, señor.
«Me gusta»: con o sin campaña
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5EtW78aD3ZNT8aP9PRTmb5QaFC15ZQ-R20VO68mHj30WQyaRfgVbjGe3DMQh52Z3gsqY4SIX4j4C0EjvZJxPU2YPRGJGFWuPQ2ygXD0FskbS7FCxTvH-IRzrbnisxlmE-HrTjPWgyudWf/s400/marij.jpg)
El fiscal no tiene ningún reparo a la hora de expresar su cercanía con su
ex compañero de la seguridad social. Tanto así que ante sus casi 1600 amistades
en facebook el fiscal dijo lisa y llanamente, me gusta Sergio Massa, el Frente
Renovador y Daniel Gambino (que aunque nadie sabe bien quién es, aparece en su
foto con Massa). (Ver imagen al pie de la nota)
Quizás, sólo quizás,
fue en honor a esa entrañable amistad, que el fiscal dejó al ex titular de la
ANSES, fuera de la investigación penal que se instruyó contra varios
funcionarios del organismo estatal que en el 2006 estafaron a más de 77.000
jubilados y pensionados por un monto
total de más de 4.000.000 pesos. Lo que hacían era descontarles, a través de
una cooperativa (Cooperativa Ferromar), unos pocos pesos de las jubilaciones y
pensiones; una práctica múltiple, repetida y casi imperceptible que dejó
cuantiosas ganancias para sus partícipes. Con motivo de esta investigación en
el 2013 fueron procesados 3 ex funcionarios de Massa (jefe de la ANSES al
momento de la estafa) y cuatro directivos de Ferromar.
El
mundo es un pañuelo
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqu-nKc71SdwtBh9wERRtNX1JFdU0U6-HlpKAaR80zJ3OkbuuYWoodEFKgPulYrE5NdiqgDeJmpHzYyTx3XLjsq7Jkch3cPKNC4ZLNX4IY2p4ZTNr8_aH2eB4dDVWnhQqu6SkqGnwjxKtA/s320/mari.jpg)
Cuando Marijuan tenía
tan sólo 27 años, Beraldi, uno de los abogados hoy más solicitados por las grandes
mafias financieras a la hora de enfrentarse a una investigación penal (FIMBER,
Banco Mercurio, Bulgheroni, por acá alguien me sopla), supo que el joven era
digno material para integrar las filas de Comodoro Py.
Trabajó con Beraldi en
la Fiscalía Federal 4. Finalmente, en 1993 fue nombrado fiscal federal adjunto
en la Fiscalía Federal 12 y, con Righi, fue nombrado titular de la Fiscalía
Federal 9. En otras palabras, un fiscal con buenos amigos y ningún concurso.
Carlos Beraldi integra
hoy el consejo consultivo de la Fundación de Investigaciones en Inteligencia
Financiera (FININT), de Felix Marteau. Marteau es abogado de Grupo Clarín en
causas de lavado.
Causas por lavado… ¿qué,
como la de JP Morgan que tiene Marijuan? Bingo.
Grupo Clarín y sus
socios accionistas ocupan, por lo menos, 39 de las bolillas que forman la lista
de 469 personas físicas y jurídicas, clientes del JP Morgan, que habrían fugado
unos 5.000.000.000 de dólares del país (cinco mil millones, sí, lo escribimos
bien). Así lo denunció el ex vicepresidente de la banca, Hernán Arbizu ante el
juez Sergio Torres y el fiscal Guillermo Marijuan.
Ojo que Clarín no es
el único preocupado por esa causa. También hay varios inversores inmobiliarios
del Municipio del ex titular del ANSES Sergio Massa, como Nordelta SA, Santa
Catalina Inc., y todo el universo de los Constantini. Entre los 469 cuentas
denunciadas por Arbizu, por lo menos 13 corresponden a esa familia, bajo los
nombres de: Eduardo & Mariana Constantini, Eduardo Constantini, Eduardo F.
Constantini JR, Fundación Eduardo Constantini, Maria Soledad Constantini, Maria
Teresa Constantini, Mariana Constantini, Mariana Constantini & Ricardo
Aníbal Estevez & Alejandro Estevez, Martin R. Constantini, Ricardo Aníbal
Estevez, Rodolfo Constantini, Tomas Constantini, y The Constantini Film Company
LLC.
¿No te digo que el
mundo es un pañuelo? Dios los hace y ellos se juntan. Y todos en una misma
causa. Es fantástico. Marijuan, Beraldi, Marteau, Massa y toda suerte de
empresarios cada día más agradecidos por el polvo que va juntando el expediente
en el juzgado de Torres. Ya van cinco años y ningún imputado. Hay una lista con
nombres y apellidos, números de cuentas, montos, órdenes de transferencias, la
explicación de todas las triangulaciones dinerarias, y aún así, nada. Una
maravilla.
Marijuan y sus mujeres
Quien es quien on
Se rumorea que la vida de Marijuan no es nada
sencilla… Divorciado y con dos hijas, se dice que el Fiscal “Guille” Marijuán
-como lo llaman sus íntimos- pasa sus días intentando repartir su tiempo entre
los reclamos y pedidos de atención de sus hijas adolescentes y los reclamos de
su novia Ida Carolina, cuya relación aún se mantiene oculta a pesar de sus años
de duración…
Cuentan las malas lenguas que las adolescentes
nada quieren saber con la idea de tener una “madrastra” y que, escenas de
escándalos mediante por parte de ellas, el pobre Guille -siempre entre la
espada y la pared- se debate a diario su
amor hacia las jovencitas que le exigen a su padre tiempo, atención, dinero y
amor exclusivo (y a quienes Guille responde sin escatimar en viajes, regalos y
tiempo) y su novia, a quien le ha tocado llevarse la peor parte: un triste
segundo lugar en el podio y, como si
fuera poco, condenado a la clandestinidad.
Por ahora podríamos decir -sin temor a
equivocarnos- que a la pulseada la vienen ganado las hijas del Fiscal.
La pregunta es ¿por qué Guille no presenta a
su novia en sociedad? ¿Por qué la mantiene celosamente guardada, en el más
oculto secreto? ¿Son realmente las hijas el escollo principal, su negativa a
compartir a su padre, a siquiera imaginar la posibilidad de un nuevo hermanito?
¿O será que su novia, la abogada Ida Carolina Diz, es nada más ni nada menos
que su secretaria y teme las repercusiones de la relación prohibida?
Hasta ahora Ida Carolina se habría contentado
con el hecho de haber saltado de auxiliar a secretaria -léase: del cargo más
bajo al más alto- en un abrir y cerrar de ojos pero… ¿Hasta cuándo? Los años
pasan y llega un punto donde no hay sueldo, viaje o regalo que disimule el
trago amargo que implica ocupar el segundo (o tercer) lugar…
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA6GhPhyrBdU5Hu585eKtaDBSi8h0AdarGi0qjmyI26Ne0iKA6Jyf2VGZasFZTdGqQ8_tFIX0IidaS8iNsw4JcYb6u9O-6BzrYLmMWQLcLOFX4QGbRG5AX2TNEmPfDIF8shwLpxBU8SuPZ/s200/destacado+secretaria.jpg)
Nunca se hubiera imaginado, Marijuán, ni en
sus más locos sueños de juventud, que con su poco más de metro sesenta de
estatura, tres mujeres lo estarían reclamando y asediando por su amor
casi-exclusivo. Hoy, más que un sueño, se ha convertido en una pesadilla…
Guille Marijuán, quien lo hubiera dicho, un
hombre subyugado, sometido, tironeado, presionado que no logra resolver el
dilema de su vida: tres mujeres batiéndose a duelo por él.
Una historia de pasiones, reclamos, amores
tiranos, exclusivos, demandantes… Una historia de peleas, celos… amores
ocultos, clandestinos, mezclados con lavado de dinero, aliados y enemigos
políticos, viajes y poder… Un hombre que pivotea entre el amor adolescente de
sus hijas y el amor clandestino, siempre al borde del despecho, de su
secretaria y secreta-novia…